El laberinto de los tópicos

Diógenes de Sínope

Alrededor del año 445 a.C. Antístenes creó la Escuela Cínica, formada por un grupo de seguidores de Aristóteles que se reunían en el Gimnasio de Cinosargo ("Perro Blanco"), por lo que se los llamó "Perros" (cinicus, de kyon, perro). Pero también la gente les aplicaba despectivamente el calificativo de "perros" por su manera de vivir, ya que los cínicos despreciaban absolutamente los bienes materiales, las riquezas, las pasiones, el poder, las normas... La felicidad podía conseguirse con la sencillez y las aportaciones desinteresadas de la naturaleza; no era necesario nada más. De hecho, el hombre lleva la felicidad dentro y se empeña en ocultarla con necesidades artificiales, inventadas, para cuya satisfacción hay que trabajar, empeñarse y alejarse de la felicidad.

El más famoso filósofo de esta escuela fue Diógenes de Sínope, o Diógenes, "el cínico" que pasó a la posteridad por sus muchas extravagancias, sus aforismos y sus sentencias.


Diógenes, Gerome


Cuentan de él que un día vio a un niño beber agua haciendo un recipiente con las manos y, al verlo, él tiró el cuenco que utilizaba diciendo "El niño ha descubierto la sencillez mejor que yo". Vivía de lo que le daban, comía carne cruda,dormía en la calle, hasta que pasó a hacerlo en un tonel y sus rarezas llegaron hasta el punto de hacer sus necesidades y masturbarse en plena calle.

Quizás una de sus anécdotas más repetidas sea la contestación que le dirigió a Alejandro Magno cuando éste, que deseaba conocer al filósófo, llegó a junto de él y le preguntó si podía hacer algo por él. La respuesta de Diógenes fue:
"Sí; podríais apartaros, ya que me ocultais el sol", una respuesta digna de este personaje.

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